"Redescubrir la escuela es poder mirarla 'con nuevos ojos'. Eso implica tomar distancia para observar una realidad, a veces demasiado cotidiana, desde nuevas perspectivas.
Así comienza el prólogo de este libro que nos invita a redescubrir la escuela con un objetivo
muy preciso: mejorarla. Y esta mejora cuenta con una aliada insoslayable: la información.
En las instituciones educativas solemos dar por sentadas cosas, y sobre ellas tomamos decisiones. "Esto es así", se afirma con frecuencia. También es común que se tomen decisiones sobre la base de percepciones.
Según la perspectiva de quienes escribieron este libro, "las percepciones son útiles para resolver problemas, pero no suficientes. Y es ahí donde los datos y la información se transforman en aliados". Pero, al mismo tiempo, se preguntan si los indicadores podrían asustar "porque parece que deshumanizan la escuela", y se cuestionan sobre el uso que hacemos de los datos: ¿son solo para cumplir, porque se nos piden desde instancias
centrales? ¿Nos tomamos el tiempo suficiente para analizarlos, interpretarlos? ¿Los interpelamos?
Descubrir el enorme potencial de los datos para mejorar las escuelas es el objetivo central de las páginas que forman este libro. "Para saber lo que funciona, lo que no funciona o lo que está dejando de funcionar, necesitamos contar con evidencias que nos permitan encontrar las mejores decisiones para cada momento.
Estamos convencidos de que los datos, analizados con rigurosidad y de forma sistemática, enriquecen la mirada sobre nuestra escuela".
Los y las invitamos, entonces, a recorrer estas páginas con el firme propósito de construir una cultura basada en el uso de evidencias. Y así, cada vez que afirmemos algo, podremos hacernos esta pregunta: ¿cómo lo sabemos?
Y así, cada vez que tomemos decisiones, podremos explicar los criterios y construir una mejor escuela.